La firma de Vigo liderada por Jordi Castro y María G. Ferro ha sido la encargada de levantar esta vivienda con vistas sobre la ría de Pontevedra, en la localidad gallega de Bueu. Un lugar elegido por el cliente para construir su lugar de retiro, una casa que responde a la madurez de quien quiere habitarla.

Protegiendo de los fuertes vientos, los muros de hormigón definen la construcción compacta, convertidos en las fachadas laterales y en las divisiones interiores de los tres espacios requeridos: una habitación, una sala de estar y un pequeño despacho para poder escribir disfrutando del mar.

Esa misma pauta para resolver el proyecto con la estructura marca las dos fachadas restantes: la de acceso, que busca ocultar el interior con paños blancos entre los muros; y la fachada que mira al mar, resuelta con la colocación de ventanas entre los muros de hormigón. Una pequeña pendiente a un agua de la cubierta, inapreciable desde el exterior pero sí desde el interior, genera un porche de entrada.