La Casa en Stürcherwald, proyectada por Bernardo Bader y situada en la localidad austriaca de Laterns, adopta el tipo y la materialidad de las granjas tradicionales del país, pero lo hace con un lenguaje contemporáneo. El programa doméstico se distribuye en las dos alturas contenidas en un paralelepípedo alargado cubierto con un tejado a dos aguas, de manera que la parte más privada (habitaciones y baños) queda en la planta superior, mientras que la zona de estar y la cocina ocupan un único espacio diáfano en la planta baja. Aunque matizada por un vestíbulo en doble altura, esta separación en dos plantas de distinto carácter —la baja, abierta generosamente a las vistas mediante una gran cristalera; la alta, más hermética, con pequeños huecos protegidos con porticones— se refuerza por los materiales usados. 

Así, mientras que las habitaciones de arriba se resuelven con un elegante y cuidado revoco blanco, las zonas comunes de abajo se confían a un revestimiento continuo y no menos cuidado de tablones de madera de alerce; la misma solución que, con distinto despiece y un acabado más basto que irá envejeciendo con el tiempo, se emplea en la fachada.