En 1864 se levantó la escuela de Pitcombe, en el condado inglés de Somerset. El edificio, actualmente protegido, fue transformado en la década de 1940 en una vivienda, ampliada treinta años después con un ala de habitaciones. Esta ha sido demolida en la última intervención y sustituida por un volumen de madera que reinterpreta con un lenguaje contemporáneo la forma de la antigua escuela. La nueva ampliación presenta una estructura de madera revestida con castaño inglés, que irá adquiriendo con el paso del tiempo una pátina en color gris plateado. En el primer piso, la piel de madera está dispuesta en un patrón vertical y abierto, que permite que el agua de lluvia atraviese el revestimiento y se drene a través de canalones ocultos. En la planta baja, la madera se alinea horizontalmente con tablas más anchas y cerradas que ayudan a romper la escala y la masa del edificio en su conjunto.