En la orilla norte del río Clyde, el auditorio SSE Hydro se une a la icónica sala de conciertos construida también por Foster Partners en 1997, conocida localmente como ‘el armadillo’ por su reconocible forma con escamas. Este nuevo centro de espectáculos crea un nuevo destino de entretenimiento dentro del proyecto de reconstrucción y regeneración de las riberas del río Clyde. Como recuerdo de la época de esplendor de la construcción naval se ha conservado una de las grúas portuarias. Con capacidad para 12.500 espectadores, la estructura interna del auditorio permite diferentes configuraciones de asientos y escenarios. Además, puede ser adaptado para acoger un gran número de eventos deportivos.

Con un gesto de apertura hacia el río, el auditorio se separa de la orilla para generar una nueva plaza pública entre los dos edificios. Unas suaves curvas de hormigón enmarcan las entradas y generan un atractivo zócalo ajardinado donde apoya el rotundo volumen del auditorio. La entrada principal, situada en el lado sur, se produce a través de un generoso vestíbulo. En el nivel superior, un segundo atrio totalmente acristalado ofrece a los visitantes vistas panorámicas sobre las márgenes del río y conduce a otras instalaciones, como una planta VIP con palcos y asientos del club.

La forma circular del auditorio se genera de dentro hacia afuera con los asientos envolviendo el espacio central. Esta disposición proporciona buenos ángulos de visión desde todas las butacas y consigue que la experiencia del espectador no se vea afectada con la distancia. La inclinación del graderío crea el perfil distintivo del edificio que aumenta su altura progresivamente desde la transitada carretera principal hasta el frente del río. De esta forma, la fachada posterior (norte) alcanza una altura de 15 metros, mientras que la fachada frontal (sur) se eleva hasta los 33 metros. Una inmensa cúpula, formada por una estructura triangulada de acero, cubre un diámetro de 120 metros y en su punto más alto llega a los 45 metros sobre el nivel del suelo. A pesar de su dimensión, la cubierta parece muy ligera gracias a la esbeltez de los perfiles que conforman su entramado estructural.

Exteriormente el edificio tiene un aspecto futurista. Una capa de cojines traslúcidos de ETFE recubre todo el perímetro, sobre el que se pueden proyectar motivos geométricos e imágenes. Cuando no está iluminado, el auditorio se mimetiza con el habitual y homógeneo color gris de la ciudad mientras que por la noche el edificio resplandece con colores brillantes como un faro para el nuevo barrio.