Ampliación de la Facultad de Farmacia de la UCM, Madrid
MTM arquitectosLa situación de la parcela entre el conjunto arquitectónico catalogado de las Facultades de Medicina y Farmacia, y la proximidad del Jardín Botánico de la Ciudad Universitaria y una ladera aledaña de pinares son determinantes en la idea que genera la propuesta. El planeamiento determinaba la necesidad de soterrar la mayor parte del programa, mientras la edificación emergente no podía superar los nueve metros de altura. El programa identificaba dos bloques funcionales básicos —aulas y laboratorios—, cuyas diferencias dimensionales han conducido a invertir lo que en principio podría haber sido una implantación lógica, dejando los laboratorios en los niveles bajo rasante.
Para acondicionar los espacios deprimidos se ha realizado una primera operación de vaciado, proporcionando luz y aire. Sobre el vacío así generado se sitúa la edificación que contiene las tierras en tres lados de la parcela rectangular. El lado liberado se ocupa por el talud natural que reproduce el vaciado, y encima se dispone un prisma estilizado que se apoya virtualmente en sus extremos, recuperando así la totalidad del aprovechamiento de la superficie de la parcela. Ahora todo el espacio exterior es público y abarcable. Se obtiene así un nuevo gradiente de distribución de los diferentes espacios urbanos construidos en sección: desde la plaza más urbana generada sobre la cubierta de los laboratorios enterrados (la plaza Botánica), hasta el jardín botánico inferior que en torno a aquellos se prolonga en talud bajo el prisma superior, alcanzando el límite norte opuesto de la parcela en la búsqueda de su prolongación más natural hacia el Jardín Botánico de la Ciudad Universitaria.
El volumen sobre rasante minimiza su presencia, comprimiéndose en una pieza compacta que no agota ni la ocupación ni la altura permitida. Su formalización como barra apoyada en los extremos le añade un valor objetual, reforzado por la construcción de su fachada norte con un vidrio cuyo reflejo incorpora el jardín interior y el paisaje exterior. Su presencia se desvanece, prácticamente se desmaterializa, y se percibe como una prolongación del espacio vegetal que lo envuelve y le da vida, reflejando el transcurrir del tiempo y los acontecimientos.
En la distribución del programa las aulas ocupan el espacio sobre rasante, agrupándose funcionalmente en dos plantas, obteniendo luz difusa de norte y con acceso desde una galería cualificada situada al sur que actúa como regulador del control térmico y tamiz de la luz directa. Los laboratorios y departamentos específicos ocupan los dos niveles inferiores, abriéndose al gran vacío interior a través de la galería acristalada de acceso, que en paralelo a la de las aulas facilita el deambular en torno al vacío y el nuevo paisaje, punto de encuentro entre la edificación superior y la inferior. La galería se convierte de nuevo en regulador ambiental, al interponerse entre el cerramiento más exterior y los laboratorios, minimizando la repercusión de las condiciones climáticas externas y manteniendo por tanto unos niveles de temperatura y humedad uniformes. En los niveles de laboratorios y aulas se disponen, respectivamente, pórticos de hormigón cada 2,70 metros, y de acero galvanizado en caliente cada 3,60 metros. Los módulos de las subestructuras facilitan el cambio en la dimensión de las compartimentaciones en cada área... [+]
Obra
Ampliación de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Cliente
Universidad Complutense.
Arquitectos
MTM arquitectos (Javier Fresneda y Javier Sanjuán).
Colaboradores
Mario Sanjuán, Javier Sánchez, Dario Assante, Marta Hernández, Izabela Wieczorek, Juan Nevado, Kan Sánchez; José Antonio Alonso, Óscar Celis (aparejadores).
Consultores
IDEEE SL, Eduardo Díez (estructura); JG Asociados, Emilio González (instalaciones).
Contratista
Dragados (Roberto Fernández, jefe de obra).
Fotos
Luis Asín.