En la provincia catalana de Gerona, en la comarca del Bajo Ampurdán, se sitúa esta casa entre campos de girasoles, acechada por los fuertes vientos de la Tramontana. El encargo a la firma Ágora Arquitectura —liderada por los barceloneses Joan Casals Pañella y Jose Luís Cisneros Bardolet— requiere ubicar el proyecto al abrigo del único muro pétreo de una antigua masía que aún resiste en pie. La nueva construcción está separada 80 centímetros de las trazas de la vieja edificación. Coronada por tejas reutilizadas, la cáscara continua de madera contralaminada de pino recompone la ruina, envuelta con mortero de arena gruesa. Construida en noventa días, la vivienda de 80 metros cuadrados presenta dos habitaciones dispuestas paralelas al muro. En la parte central de la casa, una caja negra exenta contiene todos los servicios domésticos.