Borde portuario de Porto do Son
Creus e Carrasco  rvr arquitectos 


Tan estrecha es la relación del mar con el Puerto del Son que en el pasado el arenal de la playa penetraba hasta las primeras calles de la villa coruñesa. Barcazas, fábricas de salazón y atarazanas se extendían por este espacio que, con el moderno desarrollo de la actividad portuaria, quedó desdibujado y desvinculado del núcleo urbano. Con la necesidad de regular nuevas actividades, pacificar la convivencia entre peatones y vehículos y, especialmente, recuperar el vínculo histórico con el fondeadero, se ha llevado a cabo una reordenación que ha creado una sucesión de lugares de paseo, estancia y encuentro, con el hormigón desbastado como elemento articulador: explanadas, gradas y miradores a las que da acento un entramado de postes y vigas de madera que devuelve la memoria de los soportes de redes puestas a secar.

Foto cortesía de Creus e Carrasco