Edificio para Tod’s en Omotesando, Tokio
Toyo Ito 

Edificio para Tod’s en Omotesando, Tokio

Toyo Ito 


Trazada hace ochenta años como recorrido procesional hacia el santuario Meiji, donde se honra al emperador que puso Japón en la senda de la modernidad, la avenida Omotesando cruza Tokio de este a oeste. La flanquean airosos ejemplares de zelkova u olmo chino los cuales, tras ser destruidos por los bombardeos de la II Guerra Mundial y posteriormente replantados, se convirtieron en el sello de identidad de la avenida, hasta el punto de perdurar en el tiempo más que los propios edificios, sometidos al intenso proceso de sustitución característico de la capital nipona. A lo largo de esta avenida arbolada han surgido recientemente varios edificios que materializan el fenómeno del ‘marquismo de lujo’ que llena las aceras de adolescentes con bolsos de Prada, chaquetas de Chanel y pañuelos de Hermés. En el radio de un kilómetro se encuentran los buques insignia de Dior, Prada o Louis Vuitton, convirtiendo Omotesando en la calle del mundo con más lujo por metro cuadrado.

La sede japonesa de la empresa italiana Tod’s, dedicada a la creación artesanal de zapatos y bolsos, se sitúa en esta exclusiva avenida, ocupando un pequeño solar en forma de L, con una fachada de apenas 10 metros de frente. De los siete niveles, la planta de acceso, la primera y parte de la segunda están dedicadas a tienda; las dos siguientes son oficinas; en la cuarta se sitúan los showrooms y la oficina de prensa; la quinta —de mayor altura y totalmente diáfana— acoge el espacio para fiestas y eventos; finalmente, el ático cuenta con una gran sala de reuniones rodeada de vegetación. Más que el programa, lo que hace singular al edificio es su cerramiento, que sirve tanto de patrón gráfico como de estructura resistente. Se trata de un entramado plano de hormigón de 30 centímetros de espesor, resultado de superponer las siluetas estilizadas del ramaje de la zelkova. Una piel portante que soporta los forjados sin necesidad de apoyos intermedios y que permite ‘ver’ el flujo de las cargas estáticas. La idea surgió de la búsqueda de un nuevo concepto de cerramiento que superara el convencional volumen opaco perforado por huecos transparentes. En lugar de oponer transparencia y opacidad se propuso integrar las líneas (pilares), superficies (muros) y huecos de manera innovadora. Así se llegó al esquema estructural de un árbol, en el que cuanto más alto se sube, más delgadas y numerosas se vuelven las ramas, aumentando también la proporción de huecos. De igual modo, en el edificio se consiguen atmósferas diferentes en cada una de las plantas: grandes huecos y machones en el nivel de acceso que se transforman en una celosía cada vez más delicada cuanto mayor es la altura.

Los interiores son una combinación del concepto escultórico-estructural que inspira la envolvente y la tradición clásica italiana que caracteriza la marca Tod’s: tramos de escaleras que se pliegan, pavimentos de travertino y expositores forrados en cuero color tostado... [+]


Obra

Edificio para Tod’s en Omotesando, Tokio.

Cliente

Tod’s.

Arquitecto

Toyo Ito.

Colaboradores

Takeo Higashi, Akihisa Hirata, Kaori Shinkichi, Takuji Aoshima, Yasuaki Mizunuma. 

Consultores

OAK: Masato Araya, Takashi Manda, Takashi Sudo(estructuras).

Contratista

Takenaka.

Fotos

Hiro Sakaguchi, Nacasa & Partners