Miu Miu Aoyama, Tokio
Herzog & de Meuron 


A diferencia de lo que se puede esperar de la zona donde se sitúan las principales marcas de lujo en Tokio, la calle Miyuki en el barrio Aoyama no es particularmente bonita o elegante. Su arquitectura es heterogénea —una mezcla de edificios autónomos de diferentes alturas y formas— sin tradición histórica ni características en común. Lejos de ser un lugar en sí mismo, esta calle es un mero enlace funcional entre dos puntos y, a pesar de que cuenta con algunos árboles aislados, carece de la atmósfera agradable que se genera en un bulevar o una plaza. Estas consideraciones ya se tuvieron en cuenta al construir el edificio para Prada, situado en la misma calle, cuando se optó por un volumen transparente de siete alturas que reservaba un pequeño espacio público a un lado. En el caso de la tienda para Miu Miu la regulación urbana limitaba la altura permitida, por lo que se exploró el potencial de un volumen más pequeño e íntimo. Para canalizar las diferentes ideas del proyecto se enunció una serie de líneas de pensamiento: la tienda debía parecerse más a una casa que a unos grandes almacenes, estar más escondida que expuesta, ser más comedida que extravagante, más opaca que transparente.

El modelo tipológico que mejor se adapta a estas especificaciones es una caja situada directamente a nivel de calle con una cubierta entreabierta para señalar la entrada y permitir que los peatones miren hacia adentro. Sólo entonces se descubre que el edificio es una tienda. Desde este punto, bajo el umbral sobredimensionado, se observan las dos plantas de un solo vistazo, como si el volumen se hubiese abierto con un gran cuchillo, transformando el interior en exterior. En este lugar intersticial, las aristas redondeadas de las superficies de cobre que envuelven el interior se encuentran con las esquinas afiladas de la caja de acero exterior. Por su parte, los nichos laterales revestidos con tejido brocado se vuelcan hacia el centro como los palcos en un teatro. La tienda, por tanto, no se limita a exponer sus productos sobre mesas o vitrinas; sino que también es un lugar amplio y confortable con sofás y sillones que hacen sentir cómodo al cliente.

La fachada no tiene ni logo ni iluminación; es una superficie pulida, lisa como un espejo que atrae la mirada y la curiosidad de la gente. Pero en lugar de ver lo que hay al otro lado del cristal, como en un escaparate, la mirada se invierte y los peatones se encuentran con su propio reflejo. Mientras que la calle no es un lugar que incite a quedarse y mirar alrededor, el edificio en sí mismo es un gesto que invita a entrar y quedarse.   


Client

Prada Japan CO., Ltd.

Herzog & de Meuron Project Team

Partners: Jacques Herzog, Pierre de Meuron, Stefan Marbach (Partner in Charge).

Project Team: Iva Smrke Kröger (Project Director, Associate), Yuko Himeno (Project Manager)

Caetano Braga da Costa de Bragança (Project Architect), Osma Erik Lindroos (Project Architect).

Roman Aebi (Workshop), Cristina Génova, Carlotta Giorgetti, Yuki Hamura, Ryuhei Ichikura, Christina Liao (Animations), Áron L?rincz (Visualizations), Keisuke Ota, Günter Schwob (Workshop), Mariana

Vilela, Tiffany Wey.

Planning

Design Consultant: Herzog & de Meuron; Executive Architect, Electrical, HVAC, Mechanical, Plumbing, Structural Engineering: Takenaka Corp.; Structural Engineering (SD): Schnetzer Puskas Ingenieure AG.

Consulting

Lighting Consultant: Sirius lighting Office Inc.; Facade Engineering (SD): Emmer Pfenninger Partner AG; Landscape: Vogt Landschaftsarchitekten.

Contractors

Design & Build Contractor: Takenaka Corp.; Flooring / Subflooring: Walo Bertschinger Zürich AG, Showa yotal; Facade - Stainless Steel: Kikukawa Kogyo Co. Ltd.; Furniture: Della Camera Arredamenti SRL; Glass Facade: Permasteelisa Japan K.K.; Interior: Ishimaru Co. Ltd.

Photos

Nacása & Partners; Shinkenchiku-sha; Norbert Schoerner