Situado en el barrio de Miraflores, el proyecto responde a su situación privilegiada dentro del tejido construido de la capital peruana. Sobre una parcela con tres frentes de distinta condición —una avenida, una calle cortada y un gran parque— se construyó un edificio sensible a sus orientaciones, atento a la demanda de intimidad y resguardado frente a la intensidad sonora de los espacios urbanos adyacentes.

El bloque alberga diecisiete viviendas en esquina, dos por nivel, y presenta diferentes configuraciones de fachada en función de la orientación. El frente más largo, orientado al Levante, se abre a la calle cortada desde la que se accede tanto al estacionamiento público como al portal del edificio. Aquí los balcones se curvan ligeramente para significar su condición de alzado principal. Los interiores se protegen del sol y de las vistas de edificios vecinos con paneles de mármol. Hacia el parque, la fachada sur se abre completamente con grandes paños de vidrio y amplias terrazas que prolongan las zonas públicas de los apartamentos grandes. Por último, hacia la avenida, el alzado norte presenta una combinación de balcones conectados con las estancias de día y ventanas proyectantes para proteger los dormitorios del ruido de la calle…[+][+]