En el distrito de Carabanchel se sitúa este encargo de la Empresa Municipal de la Vivienda y del Suelo (EMVS) del Ayuntamiento de Madrid. Junto a grandes vacíos urbanos como el aeropuerto de Cuatro Vientos —que contrarrestan el efecto isla de calor de la ciudad en verano—, el proyecto está fragmentado en dos piezas de tres plantas, adaptadas al perímetro del solar, que miran al sur favoreciendo la orientación solar en invierno. La composición genera tres plazas, situadas a cotas distintas y conectadas con un graderío, la cuales constituyen los accesos al edificio desde la calle. Sobre este basamento se colocan cuatro torres de seis alturas.

El conjunto monolítico y masivo está construido con paneles prefabricados de hormigón montados en seco. Estos paneles presentan una pequeña ménsula que evita el lavado de la fachada con las aguas pluviales, contribuyendo al mantenimiento y la conservación del edificio.

Para contrarrestar la gran profundidad edificada, medida requerida por la EMVS para ahorrar en los costes de construcción, se propone hacer una red de espacios públicos diseñados paramétricamente. En su configuración se han tenido en cuenta los vientos del noreste que soplan en las noches de verano de Madrid, los cuales tienen la posibilidad de enfriar pasivamente el interior del edificio.