0. Preámbulo. Mies ‘malgré lui’.
La actual proliferación de rascacielos de configuración monofuncional (divididos entre viviendas y oficinas) y con un núcleo estructural y de circulaciones rodeado de un anillo da pie a un entorno urbano sin atributos, idéntico a sí mismo, que resulta la norma en las ciudades de densidad alta: un canon indiferente a los climas, las economías o los usos cotidianos.
¿Qué pasaría si por un momento anulásemos la gravedad y con ella la tradición tectónica inherente al proyecto moderno del edificio en altura? ¿Qué pasaría si olvidásemos la imagen canónica del rascacielos para reevaluarlo exclusivamente desde criterios termodinámicos? ¿Y si explorásemos las posibilidades de intervenir en los medios urbanos sin atributos, reconsiderando el rascacielos como tipo a partir de leyes termodinámicas radicales que impliquen la incorporación de una mezcla de usos públicos y privados, y conviertan el aire en el protagonista de su organización espacial?
Esta hipótesis parece reflejarse metafóricamente en una imagen publicada en la revista Life en marzo de 1957, con un doble collage de Frank Scherschel que, visto desde nuestra perspectiva, sugiere cuestiones que no se plantearon en aquel entonces, como las relaciones entre las técnicas y la belleza, o entre la naturaleza del espacio y la lógica medioambiental, pertinentes en la edificación en altura. El humo que emanaba de la sólida cabeza de Mies y las nubes que se reflejaban en los vidrios de los Lake Shore Apartments, así como la interacción entre el aire tecnificado y ciertas condiciones de tiempo atmosférico, constituían una suerte de provocación, una mezcla esencial de elementos —nubes, humo, retículas y sujeto— que, ensambladas adecuadamente, pueden abrir nuevos modos de explorar la naturaleza de la construcción contemporánea en gran altura.
Nuestro objetivo es construir un laboratorio que aísle al rascacielos de su ruido tectónico, siguiendo un protocolo sistemático fundado en principios termodinámicos para generar nuevas entidades basadas en el concepto de equilibrio energético. Este enfoque no sólo conduce a nuevos prototipos, sino a un modo alternativo de aproximarse a los programas, incorporando una dimensión pública sensible al magma de la ciudad vertical contemporánea y capaz de interactuar con ella, para sugerir asimismo otra manera de intervenir en sus mecanismos de regulación y organización. Aplicar criterios termodinámicos a los edificios en altura de usos mixtos permite sustituir los principios tectónicos del primitivo rascacielos: la retícula estructural, el núcleo de circulación y los anillos monofuncionales. El método fomenta la exploración innovadora del potencial de este tipo arquitectónico...[+]