Piano lontano
Recibe varios centenares de ofertas al año, pero sólo acepta tres o cuatro. «Un proyecto dura un promedio de cinco años, y es imposible llevar personalmente más de veinte de forma simultánea». En su estudio genovés de Punta Nave, cada uno de los veinte trabajos es una pinza en la pared frente a su mesa, donde los croquis, dibujos y detalles se van superponiendo para ofrecer al arquitecto un panorama abreviado del desarrollo del proyecto. Cuando no está viajando para supervisar las obras, Renzo Piano divide su tiempo entre los despachos de París y Génova, dos oficinas de orden luminoso y escala contenida —ninguna supera las 50 personas— que permiten mantener la atmósfera familiar y el contacto íntimo con los materiales característicos del que eligió llamarse Building Workshop (taller de construcción), y donde los ordenadores o los lápices coexisten con las herramientas y las máquinas usadas en la realización de prototipos, modelos y maquetas. Piano no ha dejado que el éxito distorsione su método artesanal de trabajo, rehusando crecer, declinando la mayoría de los encargos o invitaciones a concursos, renunciando a enseñar fuera del estudio, y limitando sus intervenciones públicas a dos o tres anuales, casi siempre vinculadas a exposiciones de su obra...[+]