Hijo de un pequeño constructor cuyas obras visitaba desde la infancia, Renzo Piano creció fascinado a la vez por la magia con la que se levantan los edificios y por la magia que levanta los barcos en el puerto. Educado en el aula de las obras y los muelles, decidió cursar la carrera de arquitecto primero en Florencia y después en Milán, donde hizo compatible la participación en la revuelta estudiantil con la formación profesional en el estudio de Franco Albini, con quien depuró los conocimientos prácticos que le habían transmitido tanto su padre como su hermano mayor, constructor también. A la mentoría de Albini se sumaría la de Marco Zanuso y la admiración a distancia por Buckminster Fuller, Frei Otto o Jean Prouvé, que inspirarían sus primeros proyectos, enhebrados por la voluntad compartida de ligereza. El deseo de abrirse a horizontes más amplios le llevó a Londres, donde dio clase en la Architectural Association y conoció a Richard Rogers, que se convertiría en amigo y socio fraternal. El Studio Piano que había realizado los muy experimentales proyectos iniciales entre 1964 y 1970 (entre los cuales el Pabellón de la Industria Italiana en la Expo 1970 de Osaka) se transformó en Piano & Rogers en 1971, coincidiendo con la extraordinaria victoria de los jóvenes arquitectos en el gran concurso del Centro Pompidou... [+]