En esta última década, el siglo convulso de la aventura moderna ha ido anunciando su inevitable término con la desaparición de algunos destacados protagonistas: ideólogos, constructores y cronistas que escribieron un capítulo mítico de la historia de la arquitectura. Berthold Lubetkin, Serge Chermayeff, Alberto Sartoris o Charlotte Perriand han sido los últimos de los primeros europeos que adoptaron nuevas formas de expresión para una época nueva, un lenguaje de abstracción geométrica surgido de la alianza de las artes con la industria. Entre los que supieron reinterpretar aquel credo ortodoxo original a la luz de otros paisajes y de otras tradiciones, el egipcio Hassan Fathy o los brasileños Roberto Burle Marx y Lucio Costa se han sumado a la crónica necrológica; y en las filas de discípulos de aquellos que emigraron a los Estados Unidos y contribuyeron a extender y transformar ese vocabulario moderno en la lingua franca del Estilo Internacional se cuentan las bajas de Myron Goldsmith, Gordon Bunshaft o Paul Rudolph. Por su parte, la joven y brillante generación que tras la II Guerra Mundial se rebeló contra los dogmas de la vanguardia y aspiró a devolver a la arquitectura y al urbanismo una dimensión humana por entonces devaluada ha conocido las pérdidas de los miembros del Team X Georges Candilis, Alison Smithson y Aldo van Eyck; y a ellos se sumó la de Ron Herron, uno de los integrantes de Archigram, cuya muerte desdibujó los contornos y apagó el colorido de una visión optimista de los sesenta. La trayectoria brillante y prolífica del británico James Stirling se interrumpió prematuramente, igual que la biografía testaruda y coherente del italiano Aldo Rossi, ambos entre los maestros indiscutibles de la última mitad del siglo. En la trabajosa conquista de una modernidad que llegó tardía a la España aislada tras la Guerra Civil también habían alcanzado la estatura de maestros antes de su muerte José Luis Fernández del Amo, Alejandro de la Sota, Ramón Vázquez Molezún, José María García de Paredes y Julio Cano Lasso, igual que Félix Candela desde su largo exilio americano al otro lado del Atlántico.
Finalmente, Lewis Mumford, Spiro Kostof, John Summerson, Giulio Carlo Argan, Manfredo Tafuri, Juan Daniel Fullaondo, Julius Posener oMarinaWaisman dejaron un legado pedagógico a través de su labor crítica y docente, de su actividad editorial, de sus conferencias, artículos y libros. Con su contribución se ha construido un relato paralelo y complementario al de las obras y proyectos. La historia del siglo XX que escribieron sus cronistas también mantendrá viva la memoria del siglo.
1990
Alvin Boyarsky (1928): Director de la Architectural Association de Londres, reunió en sus aulas a RemKoolhaas y Zaha Hadid, entre otros.
Gordon Bunshaft (1909): Premio Pritzker y miembro de SOM, difundió el rascacielos de vidrio como icono de la sede corporativa.
Hassan Fathy (1900): Profesor en El Cairo, defendió la técnica constructiva tradicional como solución a la vivienda del Tercer Mundo.
José María García de Paredes (1924): Miembro de la generación que tras la guerra recogió el testigo del primer racionalismo español, construyó los auditorios de Granada, Valencia y Madrid.
Berthold Lubetkin (1901): Tras estudiar en Rusia y Francia, se estableció en Londres y fundó el grupo Tecton; con su estanque de pingüinos del zoo londinense apostó por el racionalismo continental.
Luis Moya (1904): Autor de la Universidad Laboral de Gijón, se enfrentó a una modernidad que juzgaba deshumanizada y abogó por la recuperación de lo clásico y la tradición constructiva.
Lewis Mumford (1896): Historiador de la ciudad y crítico del funcionalismo, indagó en la formación de la arquitectura americana.
1991
Otl Aicher (1922): Diseñador gráfico y fundador de la Escuela de Diseño de Ulm, realizó los pictogramas de la Olimpiada de Múnich.
William Crabtree (1905): Pionero del Movimiento Moderno en Inglaterra, proyectó los grandes almacenes Peter Jones en Londres.
Shiro Kuramata (1934): Responsable de la imagen de las tiendas de Issey Miyake, creó piezas como la butaca How High the Moon, que forma parte de la colección permanente del MoMA.
Henri Lefebvre (1901): Filósofo francés, expuso sus tesis marxistas sobre la ciudad contemporánea en De lo rural a lo urbano.
Spiro Kostof (1936): Historiador norteamericano de origen griego, en sus escritos subrayó la influencia del contexto y la cultura sobre las formas de la arquitectura a través de la historia.
Giovanni Michelucci (1891): Próximo antes de la guerra al racionalismo italiano, su obra posterior apuesta por el neoexpresionismo ecléctico.
Dom van der Laan (1904): Hijo de arquitecto y monje benedictino, amplió la abadía de Oosterhout y el monasterio de Vaals, diseñando también los muebles con su propio sistema de proporciones.
1992
Lina Bo Bardi (1914): Residente en Brasil desde 1946, su obra explora con forma expresivas el potencial plástico del hormigón.
Craig Ellwood (1922): Sin ser arquitecto participó en el programa de las CSH, que popularizó en California la vivienda moderna.
César Manrique (1920): Pintor y escultor, propuso para Lanzarote una arquitectura que compagina el respeto por el paisaje con el turismo.
Peter Rice (1935): Ingeniero y director de la firma Ove Arup, participó en proyectos como la Ópera de Sidney, el Centro Georges Pompidou de París y el Lloyds de Londres.
James Richards (1908): Gran defensor del Movimiento Moderno, fue director de The Architects’ Journal y Architectural Review.
James Stirling (1926): Figura clave del final de siglo, fue premiado con el Pritzker; su obra parte de la tradición ingenieril británica (Escuela de Ingeniería de Leicester); la Staatsgalerie de Stuttgart muestra su acercamiento posterior al posmoderno.
John Summerson (1905): Historiador y autor de El lenguaje clásico de la arquitectura, fue conservador del Soane Museum de Londres.
1993
Rafael Echaide (1923): Profesor en Pamplona, suministró con el edificio Seat de Barcelona un emblema del despegue industrial del país.
Aris Kostantinidis (1919): Formado en Múnich, su obra residencial en Creta y Mikonos se remite a las tradiciones constructivas griegas.
Pedro Miralles (1955): Arquitecto con una carrera orientada al diseño, sus obras más conocidas son la silla Éboli o la lámpara Egipcia.
Charles Moore (1925): Su casa en Orinda y la Piazza d’Italia en Nueva Orleans son los polos de la carrera ecléctica de este arquitecto que desarrolló su vocación docente en Berkeley y Yale.
Reima Pietilä (1923): Continuador de cierta tradición aaltiana, su obra ha sido reconocida con el premio Carlsberg y la medalla de la UIA.
Alison Smithson (1928): Activista del Team X, contribuyó a definir las bases teóricas del Brutalismo; a su escasa obra construida pertenecen la escuela de Hunstanton y la sede de The Economist.
Ramón Vázquez Molezún (1922): Asociado a José Antonio Corrales, construyeron juntos el pabellón español en la Exposición Universal de Bruselas; en 1992 obtuvieron la Medalla de Oro de la Arquitectura.
1994
José Bar Boo (1922): Impulsor de la arquitectura moderna en Galicia, sus viviendas en Vigo figuran ya en la lista del Docomomo.
Max Bill (1908): Representante máximo del arte concreto, su fascinación por la ingeniería queda patente en el proyecto para la Escuela de Diseño de Ulm, de la que también fue rector.
Juan Daniel Fullaondo (1936): Catedrático de Proyectos en Madrid, desarrolló una importante labor crítica a través de la revista Nueva Forma.
Ron Herron (1930): Miembro fundador de Archigram, expresó sus utopías futuristas en proyectos como la Walking City.
John Lautner (1911): Discípulo de Wright, se estableció en Los Ángeles donde experimentó con el hormigón en proyectos residenciales.
Burle Marx (1909): El paisajista por excelencia del Movimiento Moderno, colaboró en obras clave de la vanguardia brasileña, como el Ministerio de Sanidad y Educación en Río de Janeiro.
Manfredo Tafuri (1935): Historiador y catedrático en el Instituto Universitario deVenecia, centró sus escritos, de fuerte contenido sociológico, en el Renacimiento y la arquitectura moderna.
1995
Georges Candilis (1913): Colaborador de Le Corbusier, fue miembro del Team X; asociado a Alexis Josic y Sadrach Woods proyectó la Universidad Libre de Berlín y el plan de Toulouse-Le-Mirail.
Julio Caro Baroja (1915): Historiador y antropólogo, coautor de un libro sobre la casa navarra, ejerció una influencia decisiva en el redescubrimiento de la arquitectura vernácula vasca.
Gilles Deleuze (1925): Autor de Mil mesetas y Antiedipo, su obra es una de las fuentes filosóficas de la arquitectura contemporánea.
José Luis Fernández del Amo (1914): Vinculado al Instituto de Colonización, para el que diseña pueblos como el de Vegaviana, creó y dirigió el primer Museo Español de Arte Contemporáneo.
Fernando Flórez Plaza (1919): La década más fértil de su carrera fue la de los sesenta, con obras como el hospital madrileño Ramón y Cajal.
Antonio García Arangoá (1908): Catedrático de Resistencia de Materiales, el madrileño mercado de la Cebada fue su obra más reputada.
Antonio Perpiñá (1918): Responsable del plan para la zona comercial de Azca, construyó, también en Madrid, el Ministerio de Industria.
1996
Pedro Bidagor (1906): Urbanista que ocupó altos cargos en la administración entre 1940 y 1969; firmó el plan de Madrid de 1946.
Julio Cano Lasso (1920): Titulado tras la Guerra Civil, sus proyectos aúnan la modernidad con la sensibilidad por la tradición y el paisaje.
Serge Chermayeff (1900): Interiorista en sus inicios, colaboró con Mendelsohn en el pabellón De LaWarr antes de dar clases en Harvard y Yale.
Myron Goldsmith (1919): Ingeniero por el IIT, trabajó con Mies y Nervi; en 1955 se unió a SOM, donde pudo dedicarse a explorar las relaciones entre estructura y forma de los edificios en altura.
J.B. Jackson (1910): Figura de referencia para el paisajismo norteamericano, fue director de la revista Landscape entre 1952 y 1968.
Julius Posener (1904): Discípulo de Poelzig, fue historiador y testigo directo de importantes episodios de la vanguardia del siglo XX.
Alejandro de la Sota (1913): Autor de obras clave de la arquitectura moderna española como la sede del Gobierno Civil de Tarragona o el gimnasio del colegio Maravillas, su obra es fruto de una búsqueda obstinada de la abstracción y el rigor constructivo.
1997
Félix Candela (1910): Exiliado en México tras la Guerra Civil, exploró las posibilidades de las estructuras laminares de hormigón en obras como el pabellón de Rayos Cósmicos.
Cristina Grau (1946): Profesora en Valencia y pintora de construcciones literarias como el laberinto, escribió Borges y la arquitectura.
Manuel Manzano Monís (1913): Se especializó en la recuperación de conjuntos históricos y dejó su principal legado en Fuenterrabía.
Dominique de Menil (1908): Coleccionista de arte y mecenas que encargó a Renzo Piano el museo de Houston que lleva su apellido.
Aldo Rossi (1931): El más influyente de los miembros de la Tendenza italiana, materializó en obras como el cementerio de Módena o el bloque Gallaratese de Milán las ideas sobre la ciudad y los tipos edilicios desarrolladas en sus escritos.
Paul Rudolph (1918): Formado con Gropius y decano de Yale, su lenguaje brutalista alcanzó gran popularidad en los sesenta.
Marina Waisman (1920): Historiadora y crítica, escribió La estructura histórica del entorno y divulgó la arquitectura latinoamericana.
1998
Francesc Catalá-Roca (1922): Premio Nacional de Artes Plásticas, sus fotografías contribuyeron a difundir la arquitectura moderna catalana.
Lucio Costa (1902): Nacido en Francia y asentado en Brasil, contribuyó a difundir el credo corbuseriano en América Latina. A partir de su croquis en forma de pájaro se materializó en Brasilia la utopía urbana del Movimiento Moderno.
Albert Frey (1903): Arquitecto que fundió en sus villas la influencia de Le Corbusier con la fascinación por los nuevos materiales.
Dieter Kienast (1945): Paisajista autor de los jardines del Inselspital de Berna, colaboró con Herzog y de Meuron, o Diener y Diener.
Fernando Moreno Barberá (1913): Promotor en el INI de los paradores de turismo, firmó también varias facultades en Valencia, Madrid y Cheste.
Alberto Sartoris (1901): Arquitecto italo-suizo de escasa obra construida que difundió con sus textos entusiastas el credo de los CIAM.
Joaquín Vaquero Palacios (1900): Pintor además de arquitecto, su talento plástico se expresó en construcciones ingenieriles, como las presas y centrales que proyectó para Hidroeléctrica del Cantábrico.
1999
Ton Alberts (1927): Autor del Banco ING en Amsterdam, proyectó una obra inspirada en la vertiente más emocional de la disciplina.
Ignazio Gardella (1905): Profesor en Venecia, su obra transcribe a un vocabulario moderno los elementos de la tradición regional.
Estanislao Pérez Pita (1943): Asociado a Jerónimo Junquera, su producción se identifica con el pragmatismo sobrio de la escuela madrileña.
Charlotte Perriand (1903): Autora junto con Le Corbusier de la chaise longue, aplicó la industrialización a los objetos de la vida cotidiana.
Jay Pritzker (1923): Dueño de la cadena de hoteles Hyatt, creó en 1979 el premio de arquitectura que lleva su nombre.
Colin Rowe (1920): Historiador y crítico, ejerció la docencia en Estados Unidos, desde donde divulgó sus interpretaciones en términos clásicos de los maestros del Movimiento Moderno.
Aldo van Eyck (1918): Miembro del Team X y redactor de la revista Forum, realiza la obra clave del estructuralismo holandés con el orfanato de Amsterdam y materializa la claridad laberíntica» con el pabellón de esculturas de Sonsbeek.