(1905-1999)
Con la muerte de Ignazio Gardella se extingue tam-bién la generación de arquitectos italianos cuya carrera despegó con el régimen de Mussolini. Nacido en Milán en 1905, estudió arquitectura en el Politécnico de su ciudad natal y en el Instituto de Arquitectura deVenecia, donde llegaría a ser profesor. Sus primeros proyectos, teñidos de un vocabulario racionalista, dieron pronto paso a una interpretación personal de la modernidad que no renunciaba a incorporar elementos de las tradiciones constructivas locales. La ciudad de Alejandría —el lugar que concentra lo mejor de su obra— es el escenario físico de este cambio; allí construye un centro antituberculoso en los años treinta y un bloque de viviendas para los empleados de la compañía Borsalino (1951-1953), donde supera la severidad del prisma racionalista transformando su contorno en un biombo plegado de planos cerámicos que remata con un pronunciado alero. Es precisamente esta habilidad para hacer una arquitectura capaz de entrar en resonancia con el contexto la que le permitió construir el edificio residencial del Zattere a orillas del canal de la Giudecca veneciana, algo que se le negó a Wright y que Scarpa consiguió sólo a duras penas.