(1945-1998)
Un cáncer acabó con la vida de Dieter Kienast, el paisajista suizo que aspiró a ordenar con la geometría el caos vegetal. Nacido en Zúrich, Kienast estudió jardinería y posteriormente arquitectura del paisaje en la Universidad de Kassel. Entre 1979 y 1994 trabajó con Stöckli y Koeppel, y desde 1995 compartía estudio con Günther Vogt; su labor docente se desarrolló en la Politécnica de Rapperswil, en la Universidad de Karlsruhe y, desde 1997, en la ETH de Zúrich. En su trabajo —fotografiado sólo en blanco y negro y recogido en Kienast: Gärten (1997)—reconocía la influencia del minimalismo, de paisajistas como Fred Eicher, del que aprendió a reducir sus intervenciones a unos pocos elementos, y de artistas como Ian Hamilton Finlay, quien le contagió su pasión por la palabra escrita. Como en las obras de algunos de sus compatriotas arquitectos con los que colaboró asiduamente, la sensualidad de los paisajes de Kienast se deriva del rigor extremo con el que planteó sus proyectos. En el tablero dejó los jardines de la embajada suiza en Berlín (de Diener y Diener) y de la nueva Tate Gallery en Londres (de Herzog y De Meuron), o los espacios libres de la Expo 2000 de Hannover.