Con el afán compilador de los gabinetes palaciegos que mostraban abigarradamente las colecciones de la nobleza europea, el Museo Boijmans Van Beuningen —principal institución cultural de Róterdam, que reúne el legado de los dos próceres que le dan nombre— se suma a la nueva tendencia museográfica de exhibir el fondo artístico en su totalidad, sin criterios selectivos, en un extenso almacén visitable. MVRDV ha concebido para ello un volumen curvo con una fachada espejada y una cubierta ajardinada a 35 metros de altura. A partir de un atrio central, se traza un recorrido de escaleras entrecruzadas que conectan indistintamente galerías, talleres de restauración y depósitos para ofrecer a los visitantes un singular punto de vista de las obras y su conservación.
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