El presidente chino Xi Jinping denunció hace años la weird architecture que, a su juicio, estaban levantando en su país las estrellas internacionales (véase Arquitectura Viva 169). No parece que se haya tomado nota de su indicación, como sugiere la topográfica, contorsionada e icónica «sala de estar urbana» que han diseñado MVRDV para albergar un auditorio y una terminal de autobuses en Shenzhen.