La paranoia ludita que está empezando a provocar la revolución digital tiene su contrapunto en el optimismo ciego que asocia el bien con el progreso y el progreso con la máquina. A tal optimismo pertenecen concursos como el del Robot Science Museum de Seúl, que, a tenor de la propuesta ganadora —de la firma turca MAA—, se convertirá en una demostración construida del futuro de la construcción. Para ahorrar tiempo y dinero, una serie de robots levantarán la envoltura curva del edificio, amén de moldear, solar, ensamblar y pulir la estructura, y de imprimir piezas de hormigón. Como diría el protagonista de Blade Runner: «He visto cosas que no creeríais.»