El edificio Citröen en Bruselas, un enorme complejo industrial de 1933, se va a transformar en una nueva sucursal del Centro Pompidou. Fruto de un concurso, el proyecto ganador, realizado por noAarchitecten, EM2N y Sergison Bates Architects, pretende crear un nuevo catalizador cultural apostando por la calidad del espacio público.