
Maruja Mallo en su estudio, Madrid 1936. Casa Moreno. Fotografía b/n. 16,3 x 22,1 cm. Colección Archivo Lafuente. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía © Maruja Mallo, VEGAP, Santander, 2024
Cuando Paloma Chamorro entrevistó en 1979 a Maruja Mallo, quedó claro que aquella anciana estridente seguía siendo la joven que había irrumpido en misa montada en bicicleta o atravesado Madrid sin el preceptivo sombrero. Y como resalta la retrospectiva que ha preparado el Centro Botín, a lo largo de su vida su pintura tampoco perdió un ápice de irreverencia: realista al principio, geometrizada al final, pero siempre vitalista y cargada de simbolismo. Porque como le dijo su querido Lorca, «entre verbena y espantajo toda la belleza del mundo cabe dentro del ojo».

Fotos cortesía del Centro Botín