La vivienda hoy o cómo dar forma a la flexibilidad
Lo indefinido y lo singular
Recientes trabajos de investigación han constatado que, además de existir una heterogeneidad creciente en las formas de vivir y de habitar, aumenta la divergencia entre la realidad cotidiana, la oferta del mercado y la ideología de los anuncios, de manera que hablar de estándares, tanto en términos de superficie como de cultura doméstica específica, parece estar desconectado de la realidad. Los parámetros habitualmente establecidos en los programas de proyectos y concursos de viviendas (el número de habitaciones y su tamaño, su función, el equipamiento y amueblamiento, así como la ‘memoria de calidades’) carecen por lo general de una argumentación plausible, y desde luego, de una base científica. La vivienda se ha convertido en una categoría de uso abierta a equívocos, y los proyectos no consiguen diseñar lo indeterminado. Así, no es casualidad que las viviendas más atractivas se busquen y se encuentren en edificios no residenciales. Donde no hay distribución hay más margen de libertad. Y no sólo eso. Si hubiera que definir una estrategia de proyecto, se trataría de conseguir ese margen de libertad que permita los cambios de uso y de jerarquía...[+]