La belleza Súbita

Luis Fernández-Galiano   /  Fuente:  El País
01/01/2017


Algas, vino caliente y mandarina son algunos de los ingredientes de Rotterdam, el perfume producido por Herzog & de Meuron para celebrar la exposición de su obra en la ciudad holandesa. El objeto olfativo, como lo llaman los arquitectos, contiene también hachís, pachulí y agua del Rin —el río que une Basilea y Rotterdam—, se distribuye en una edición limitada de 1.000 frascos de 15 ml, y su aroma violento persiste en la piel con la misma tenacidad que las imágenes de sus obras se aferran a la retina. Jacques Herzog llevaba años hablando de hacer un perfume que recordara «la pintura al óleo, el cemento fresco o el asfalto caliente después de la lluvia», fascinado por la capacidad de los olores para almacenar la memoria y evocar experiencias o espacios del pasado «casi como fotografías ». Las aulas de nuestra infancia, una vieja cocina o la iglesia durante la misa están entre los lugares que inspirarían esos objetos olfativos, el primero de los cuales ha visto la luz con ocasión de la muestra en el Instituto Holandés de Arquitectura, donde bajo el título Belleza y residuo se expone una formidable colección de objetos, ensayos y maquetas que ilustran el proceso creativo del despacho suizo...[+]


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