Necrológicas 

Oficio de tinieblas

Cinco historiadores, in Memóriam

Luis Fernández-Galiano 
28/02/2018


En la antigua liturgia de la Semana Santa, los cirios se apagaban uno a uno hasta dejar la iglesia en tinieblas. Para la historia de la arquitectura, este ha sido un año sombrío, tras apagarse las luces nonagenarias de un grupo excepcional de personajes. La víspera de Año Nuevo murió el californiano James Ackerman, que recogiendo el testigo contradictorio de Henri Focillon y Erwin Panofsky nos enseñó desde Harvard a ver el Renacimiento italiano bajo otra luz, y guió nuestras primeras visitas a las villas de Palladio. Seis días después, la víspera de Reyes, lo haría el italiano Leonardo Benevolo, arquitecto y urbanista, pero sobre todo autor de una obra histórica ingente, que produjo libros esenciales sobre la arquitectura renacentista o la moderna, volúmenes colosales cuyo enfoque político y social influiría decisivamente en toda una generación, al coincidir su difusión internacional en múltiples traducciones con un momento singularmente brillante de la teoría y la crítica en Italia.

James Ackerman (b.1919)
Leonardo Benevolo (b.1923)

El primero de mayo tuvimos que lamentar la desaparición del austríaco Eduard Sekler, formado como arquitecto en Viena y como historiador con Rudolf Wittkower y en la Warburg londinense, para acabar recalando en Harvard de la mano de Josep Lluís Sert, donde fue director del Carpenter Center y estimuló en William Curtis el interés por Le Corbusier, aunque él mismo orientó la última parte de su carrera al estudio y protección de la arquitectura vernácula, vinculándose al patrimonio que alberga el valle de Katmandú en Nepal. Lo vernáculo sería también el hilo conductor del trabajo del británico Paul Oliver, que murió el día de la Virgen de agosto y que, formado como artista, investigó la música tradicional del blues o el góspel y enseñó historia de la arquitectura, publicando numerosos estudios panorámicos de la construcción tradicional que culminarían en su colosal enciclopedia de arquitectura vernácula en el mundo.

Eduard Sekler (b.1920)
Paul Oliver (b.1927)

Y el último día de noviembre nos dejó el estadounidense Vincent Scully, nacido en New Haven, formado en la universidad de Yale allí ubicada, y enseñante en la misma durante más de sesenta años para llegar a ser, en palabras de Philip Johnson, «el más influyente profesor de arquitectura que ha habido nunca»: historiador de los templos griegos y del Shingle Style, mentor de Stern, Goldberger o Maya Lin, promotor del ‘nuevo urbanismo’ y antes de las carreras de Louis Kahn o Robert Venturi, y conferenciante carismático que transmitía la pasión por la arquitectura a públicos extraordinariamente diversos, sin moverse de su alma máter hizo girar sobre sus goznes la práctica contemporánea de la arquitectura en Norteamérica. Una a una, estas luces han ido apagándose durante el año, oscureciendo el panorama de los que hemos sido sus lectores, editores también en varios casos, asistentes devotos a sus clases, y ocasionalmente interlocutores o comensales. Pero las tinieblas de la vigilia pascual son vísperas de la luz, y la herencia de los maestros que ahora nos dejan brotará luminosa en la generación siguiente.

Vincent Scully (b.1920)


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