Desde que Solomon R. Guggenheim viajase a Europa con la baronesa Rebay de cicerone y conociese a Vasily Kandinsky en sus clases de la Bauhaus, la fundación del rico industrial ha estado íntimamente ligada a la obra del maestro ruso. Ahora, su sede vizcaína expone hasta el 23 de mayo una selección del rico fondo que posee del pintor, desde el Múnich donde cambió el rumbo del expresionismo con Der Blaue Reiter, hasta el Dessau de su etapa docente y sus investigaciones en torno al color y la forma o el París que contempló la síntesis final de su lenguaje plástico.