En el contexto de una gran operación de construcción de vivienda social desarrollada por una agencia estatal se encuadran estos dos proyectos. El primero, construido por Riken Yamamoto, se compone de dos bloques de 47 metros de altura, unidos por pasarelas en cada nivel, que delimitan el contorno de una amplia plaza, y otro menor, de 34 metros de altura, que se coloca en su interior. En ella se organizan usos diversos, como oficinas, comercios e incluso una guardería. Para adaptarse a las demandas de los distintos ocupantes, se han desarrollado numerosas variaciones, llegando a las 100 unidades diferentes de vivienda. Los corredores que vertebran los bloques poseen cualidades distintivas, como las terrazas comunes de doble altura que se sitúan aleatoriamente en cada nivel y proporcionan luz y ventilación, así como el carácter que les otorga el uso mixto previsto de las viviendas. Sus puertas son de vidrio, y manifiestan de esta manera la intención de que puedan funcionar también como pequeñas oficinas, consiguiendo además una apariencia muy singular. En el mismo sentido, la distribución interior contribuye a esa dualidad funcional al agrupar la zona de aseo y cocina en un bloque que se lleva a fachada pero cuyas divisiones transparentes permiten el paso de la luz. Con esta operación se habilita un amplio espacio recibidor que puede utilizarse de diversas maneras... [+]