En el barrio de Pardinyes, situado en una zona de Lérida con un pasado rural cercano, el estudio barcelonés de Jaime Coll y Judith Leclerc ha levantado un edificio de 44 viviendas sociales en régimen de alquiler (ver AV Monografías 147-148). Debido a las exigencias de soleamiento, el programa se articula en un bloque quebrado en forma de L, que se desarrolla en torno a un patio. Esta disposición determina la distribución interior de las viviendas y el tratamiento de las fachadas: mientras que las galerías de acceso a las viviendas se vuelcan al patio con una imagen desenfadada donde abunda el uso del color y es perceptible el dinamismo surgido del patrón geométrico de las ventanas, las zonas estanciales se orientan en sentido opuesto, configurando una fachada más hermética definida por un revestimiento de chapa de acero galvanizado perforado por los grandes huecos cuadrados que albergan las terrazas.