El metaproyecto de oficinas

Ignacio Paricio 
31/10/2003


A los arquitectos nos encanta el encargo de un edificio representativo. Un museo es el paradigma de un programa poco exigente y un presupuesto poco restrictivo. En la promoción privada, el equivalente es el edificio de oficinas. Su imagen y la eficacia de la planta son los objetivos de cliente y arquitecto, y a su diseño pueden subordinarse todos los esfuerzos.

El interior del edificio de oficinas apenas debe satisfacer algunas exigencias de iluminación y confort, y eso hace posible que el proyecto se concentre en la optimización de los elementos que conforman ese espacio, como el orden estructural, la organización de las instalaciones y la efectividad de la fachada como filtro o imagen del conjunto. La tesis de este artículo es que la convergencia en esas áreas de trabajo está dando lugar a algo parecido a un tipo edificatorio. Un modelo con una serie de componentes arquitectónicos perfeccionados gracias al esfuerzo de múltiples estudios. Si es así, el nuevo tipo podría ser la base objetiva no sólo del trabajo colectivo, sino también de una convergencia normativa cada vez más necesaria...[+]


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