En los años cuarenta del siglo pasado, cuando yo nací, Jean Prouvé estaba diseñando una solución de fachada ligera que hoy es el modelo para la concepción de la envolvente de nuestro siglo: la fachada de ventanas. La ventana, como hueco ocupado por un sistema de filtros que nos relaciona con el exterior, alcanzó su diseño óptimo a finales del siglo XIX con las balconeras de nuestros ensanches urbanos. La sofisticada superposición de persianas, vidrios y postigos, con fraileros y mirillas, completada por cortinajes y visillos, permite optimizar el tráfico de energías para conseguir el confort deseable para cada situación, cada estación, cada momento del día... [+]