En una primera aproximación, el Carré d’Art (1984-1993) es una reinterpretación ligera del templo clásico vecino: una caja de vidrio con un pórtico de acero. Pero la traducción moderna del monumento romano se altera sutilmente para dialogar con el contexto, y para subrayar la naturaleza pública de este ‘Pompidou del Sur’. Así, la columnata hexástila corintia se transforma en una marquesina apoyada en sólo cinco delgados soportes, sobre los escalones que llevan a una entrada asimétrica, con otro acceso en la esquina opuesta que sugiere el movimiento diagonal de la estructura viaria; y la combinación de celosías mediterráneas con columnas de hormigón, colocadas a modo de pilastras en la fachada vítrea, da al prisma una elegancia relajada que funde sin esfuerzo lo vernáculo y lo clásico. Construido en el emplazamiento de un teatro neoclásico destruido por el fuego, el nuevo centro de arte consigue mantener el volumen original enterrando la mitad de su programa, e iluminando cenitalmente el interior con un gran vestíbulo atravesado por ascensores y escaleras de vidrio. Promovido por Jean Bousquet, alcalde de Nîmes y propietario de Cacharel, esta mediateca hizo por la arquitectura lo mismo que su empresa por la moda: democratizar el sueño de la alta costura...[+]