De lo privado a lo público

Flora Samuel 
31/12/2018


One Pancras Square, 2008-2013, London

Una de las paradojas de la arquitectura contemporánea es que necesita que las transiciones físicas entre lo público y lo privado sigan siendo dignas y agradables, y necesita cuidar los detalles y la materialidad, para evitar el espacio genérico que con frecuencia resulta protagonista en el entorno construido contemporáneo; todo ello sin dejar de buscar que este espacio sea tan permeable e igualitario como sea posible. Esa conexión entre los sectores público y privado fue el tema de la Bienal de Venecia dirigida en 2012 por David Chipperfield y titulada ‘Common Ground’ (terreno compartido). Bombardeado por las cámaras de seguridad, saturado de conectividad digital y convertido en anónimo por la cultura global, ese terreno ya no es el que una vez fue, y a este mundo difícil y cambiante es al que el maestro británico y su estudio se enfrentan a través de su trabajo.

Los expertos en márketing y los publicistas anuncian la emergencia de un ‘espacio santuario’ y un ‘enfoque filtrador’ que nos permitirían comprender el aluvión de información que nos llega. «¿Sabes cómo vivir, lector, libre del caos urbano?», se preguntó una vez Le Corbusier, una influencia fundamental en Chipperfield. Tal vez, más que nada, el ejercicio de la arquitectura consista en ofrecer un espacio tranquilo de terreno común y reflexión, dentro del Caballo de Troya que es la propia profesión.

Es en la relación entre los intereses públicos y privados donde la solidez de la construcción y la economía entra en conflicto con los valores intangibles de lo social. Esto implica encontrar ocasiones para ligarse a la naturaleza y a los otros, promover modos de vida saludables, suscitar emociones positivas y ofrecer flexibilidad y autonomía, así como la oportunidad de aprender cosas nuevas: todo lo cual constituye una historia de esperanza... [+]


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