El siempre contenido y en general atinado David Chipperfield acaba de terminar en Berlín la Galería James Simon, puerta de entrada a la célebre Isla de los Museos. Encastrada en una de las paredes del canal del río Spree, el nuevo edificio es la pieza más contemporánea del conjunto, aunque no deja de aludir al clasicismo a través de su esbeltísima y elegante columnata, su poderoso plinto y su revestimiento de inmaculado mármol blanco.
Con esta obra, el arquitecto británico completa el laborioso y en muchos aspectos ejemplar proceso de recuperación y renovación de la acrópolis cultural auspiciada por el rey de Prusia Federico Guillermo iv y parcialmente destruida en la II Guerra Mundial; un proceso que comenzó con la convocatoria en 1993 de un concurso internacional para la rehabilitación del Neues Museum.