Infraestructura y urbanismo  Opinión 

Una nueva etapa del urbanismo barcelonés

Ciudad y acontecimiento

Oriol Bohigas 
05/06/2002


Los habituales críticos displicentes consideran un gesto provinciano el hecho de que el crecimiento —o la mejora urbanística— de Barcelona se produzca casi siempre al ritmo de acontecimientos ciudadanos más o menos extraordinarios: las revoluciones incendiarias del ochocientos, el derribo de las murallas, la Exposición del 88, la del 29, los Juegos Olímpicos. (Una lista ligeramente presuntuosa porque siempre olvidamos los acontecimientos negativos que también influyeron, como la oleada de inmigración de los años cincuenta y sesenta que provocó el gran desastre de la suburbialización metropolitana). A mí me satisface esa calificación crítica porque considero muy positivo que Barcelona sea una ciudad provinciana, ya que no puede ser la capital de un estado. Sólo me molesta la palabra ‘provincia’, un error isabelino que quería ser administrativo y que ha acabado siendo político. No digamos, por tanto, «ciudad provinciana», sino «ciudad de las afueras». No niego las ventajas de ser una capital, pero, puestos a no serlo, es mejor estar a las afueras que estar dentro. Así, me parece ejemplar que Barcelona se reurbanice dependiendo directamente de sus propios movimientos sociales y económicos y de sus principales eventos colectivos, es decir, de sus propias fuerzas centrípetas y centrífugas. Me parece mejor ser ciudad que capital...
[+]


Etiquetas incluidas: