Arte y cultura 

Bauhaus, cien años después

Celebración total

Joaquín Medina Warmburg 
30/04/2019


La Bauhaus cumple cien años y los fastos lo inundan todo. Como si nuevamente se cumpliera el ‘ceremonial festivo’ que Walter Gropius reclamó para la Bauhaus en su programa fundacional de 1919, se sucederán festivales y congresos internacionales, se inaugurarán museos de la Bauhaus y se completarán ambiciosos proyectos de investigación dedicados al alcance global de su legado, al tiempo que se recuperan viejas colecciones de libros y series de mobiliario, se edita un sinnúmero de nuevas revistas, monografías y novelas biográficas, o se ponen en escena espectáculos varios, incluido el estreno de una ópera dedicada al ominoso final de la escuela. En efecto, a primera vista pareciera que la Bauhaus, como dicen de Carlos Gardel sus admiradores, cada día canta mejor. Aquella pequeña y efímera escuela de artes y oficios, en la que entre 1919 y 1933 cursaron estudios apenas 1.250 alumnos, constituye hasta hoy un poderoso símbolo de la prodigiosa eclosión cultural vivida en la República de Weimar. Su cierre a manos del régimen nacionalsocialista le aseguró, ya en la posguerra, la condición de mito cultural capaz de trascender los hechos y los contextos históricos. La historia de su recepción devino una sucesión de apropiaciones de su capital simbólico desde los más diversos intereses culturales, políticos y comerciales. En su centenario, la Bauhaus habita un territorio difuso en el que no parecen importar ya las profundas divergencias artísticas e ideológicas entre sus protagonistas, las cuales, en rigor, nos obligan a hablar no de una Bauhaus, sino de varias...

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