La arquitectura de América Latina vuelve a irrumpir con brío en el MoMA, dando así continuidad al diálogo sostenido a través de diversas muestras desde que en 1943 se celebrara ‘Brazil Builds’. En aquella ocasión los interlocutores latinoamericanos fueron presentados como portadores de una epifanía moderna renovada bajo climas más benignos y coyunturas más propicias que las entonces imperantes en el Norte. La recepción internacional de aquella exposición hizo que durante décadas toda Latinoamérica fuera identificada con el descubrimiento de un nuevo mundo de formas exóticas y despreocupadas capaces de sublimar el rigor de los orígenes, confirmando la existencia real de unas modernidades alternativas, tal y como se había reivindicado recurrentemente en los debates en torno a la internacionalidad, antes de que en 1932 —justamente desde el MoMA— se pretendiera zanjar el asunto mediante la proclamación de un ubicuo Estilo Internacional...