Gente 

‘Al-chemical Brothers’

La pasión experimental de Herzog y de Meuron

Alejandro Zaera-Polo 
31/08/2003


Hace algunos años, en la década de los ochenta, no había arquitecto con ambiciones que no salpicase sus proyectos con citas de artistas conceptuales como referencia indispensable. (Incluso hoy en día es frecuente encontrar arquitectos maduros cuyos intereses parecen acercarse más al arte que a la arquitectura, y que tienen muy a gala su colaboración frecuente con artistas). Siendo por aquel entonces un estudiante aplicado, yo mismo llegué incluso a intentar hacer de artista conceptual, para llegar a verificar finalmente que la arquitectura era mucho más interesante, pues manejaba una paleta bastante más amplia: estructura, símbolo, espacio, función, dinero... Además, la arquitectura puede venderse en muchos mercados, incluido el del arte —por cierto, particularmente interesante dados sus saneados presupuestos y lo ilustrado de la clientela—. Nada hay más aburrido que la arquitectura realizada como obra de arte, desde un marco puramente subjetivo y libre de fricción con los procesos de la realidad... [+]


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