El artista y activista chino Ai Weiwei ha cubierto las columnas del Konzerthaus de Berlín con cientos de los chalecos salvavidas naranjas utilizados por los refugiados en sus múltiples intentos por alcanzar las costas europeas. Esta instalación, que pretende agitar conciencias y homenajear a todos aquellos que huyen de la guerra, se emplaza en la céntrica plaza Gendarmenmarkt de la capital germana y se ve completada por un bote salvavidas que, como si se tratase de una séptima columna en segundo plano, se coloca de manera vertical y centrada con respecto al eje de simetría de la fachada principal. La nueva obra de Ai Weiwei entronca con la temática de su último proyecto, un taller para estudiantes chinos y alemanes, en la isla griega de Lesbos, que trata de llamar la atención sobre la difícil situación de los refugiados y sobre los graves problemas humanitarios que acarrea la crisis migratoria.