La realidad es clónica. Tanto la pedagogía como la retórica recomiendan la repetición, pero la vida la exige sin matices. Borges juzgaba abominables los espejos y la cópula, porque multiplican el número de los seres: fruto de espejos deformados o de íncubos, los seres arquitectónicos se reproducen hoy como réplicas juguetonas y serias en un mundo sometido a la dictadura amable del parque de atracciones. Bajo el liderazgo imperioso de Disney, la cultura mansa del facsímil se precipita unánime sobre el planeta…[+]