En el Bowery neoyorquino, a pocos portales del New Museum de SANAA, se alza la nueva galería de arte contemporáneo Sperone Westwater, fundada hace 35 y cuyas sedes anteriores estuvieron en el SoHo y Chelsea; en ella exponen artistas consagrados como Bruce Nauman, Malcolm Morley, Richard Long, Guillermo Kuitca, Evan Penny o William Wegman, así como jóvenes como Tom Sachs, Charles LeDray, Wim Delvoye o Liu Ye.

La galería ocupa un pequeño solar de 7,62 metros de frente por 30,48 metros de fondo (25 por 100 pies), que ha debido exprimirse a conciencia para poder mostrar en él obras de arte de gran formato. El rasgo más caracetrístico del edificio es la presencia en la fachada principal de una sala-ascensor que recorre en vertical cuatro plantas —las correspondientes a salas de exposición, de las cuales dos están abiertas al público, siendo las otras dos de carácter privado—, permitiendo a los visitantes moverse cómodamente entre los distintos niveles. Sus dimensiones son 6 metros por 3,6 y 3,9 metros de alto y está acondicionada con las mismas instalaciones que cualquiera de las otras salas. La sala-ascensor, accionada por pistones hidráulicos y visible desde la calle como un prisma de brillante color rojo a través de la fachada de vidrio esmerilado, se desplaza a un ritmo lento —0,25 metros por segundo, en lugar de los 0,75 metros por segundo habituales—, marcando un tempo sosegado en el interior de la galería en contraste con el paso veloz de los vehículos por la calzada. El espacio expositivo puede ampliarse en cualquiera de las cuatro plantas ‘estacionando’ la sala móvil a continuación de cualquiera de ellas. Un ascensor convencional y una caja de escaleras proporcionan acceso alternativo.

La galería ofrece salas de muy diversas proporciones y ambientes, entre las que se cuenta en la planta de acceso, a continuación del vestíbulo, una sala de exposiciones de doble altura y 8,20 metros, una entreplanta que se asoma a la anterior a través de una exquisita barandilla de vidrio curvado, una terraza para esculturas con vistas hacia un parque y pequeñas salas de exposicón de uso privado en las plantas cuarta y quinta. Un retranqueo en la planta sexta, coincidente con el fondo de la sala-ascensor, señala la localización de las oficinas de la galería. Las obras de arte se almacenan principalmente en el sótano, mientas que en lo alto del edificio se encuentra la biblioteca, situada por debajo de la planta técnica y de instalaciones.

La fachada de vidrio esmerilado que alberga la sala móvil actúa como un ‘colchón’, que protege térmica y acústicamente el edificio del exterior, aislando las salas de exposición. Esta fachada, de orientación este, se compone de hojas de vidrio sobre un bastidor metálico. La fachada oeste presenta un sistema de paneles metálicos de color negro combinados con huecos de vidrio transparente. Las fachadas laterales, cubriendo las paredes medianeras, son igualmente de paneles metálicos en color negro