Olympic Stadium, Berlin

gmp Architekten  Werner March 


El histórico escenario que presenció las cuatro medallas de oro que Jesse Owens consiguió en los Juegos Olímpicos de 1936 ante los ojos de Adolf Hitler y que sirvió para que Leni Riefenstahl filmase Olympia, el documental propagandístico más representativo del régimen nazi, ha sido remodelado con ocasión de la celebración del Mundial de Fútbol de Alemania, cuya final se ha disputado el 9 de julio de 2006 en el Estadio Olímpico berlinés.

La vetusta estructura de piedra caliza, proyectada a principios del siglo XX por Otto March y completada por sus hijos Werner y Walter en los años treinta, ha sido respetada al máximo en su restauración. Se han introducido pequeñas alteraciones en los graderíos para recuperar el anillo superior y se ha construido una nueva tribuna inferior, rebajando la cota del terreno de juego en más de dos metro y medio. También se han añadido nuevas zonas para invitados VIP, se han modernizado las áreas deportivas y se ha dotado al complejo con nuevas instalaciones para la prensa, colocadas en la zona de vestuarios y al final de la recta principal de la pista de atletismo.

Con todo, la mayor novedad introducida en el proceso de restauración ha sido la construcción de una leve marquesina que cubre la to-talidad de los asientos de las gradas. Veinte pilares arborescentes, que intentan minimizar su interferencia visual sobre el campo, sopor-tan 76 cerchas idénticas, dispuestas radial-mente. La estructura de la marquesina, envuelta en 27.000 metros cuadrados de membrana de fibra de vidrio cubierta de PTFE (politetrafluoroetileno, conocido como teflón), forma un anillo continuo, solamente interrumpido sobre la Puerta del Maratón, para enfatizar la monumental axialidad del proyecto original, enmarcando la Torre de la Campana tras la llama olímpica del pebetero. Los nuevos sistemas de iluminación y sonido del estadio se han integrado en la marquesina, permitiendo limitar el impacto de la actuación sobre el conjunto. Así, el techo del estadio se convierte en un objeto luminoso que permite controlar la luz directa —se han eliminado las torres de focos para colocarlos en la arista interior de la marquesina— y la luz de ambiente, según el evento a celebrar.

Desde el exterior, la solemne expresión del recinto restaurado, enfatizada por el peristilo pétreo que lo circunda, sólo queda alterada con la suave presencia del canto liviano de la marquesina anular, que por la noche se enciende dando la impresión de que el viejo cuenco berlinés se ha llenado nuevamente de luz. La intervención dota de nuevo significado a sus antiguas columnas y el conjunto urbanístico, símbolo del régimen nacional socialista de los años 30 y 40, se mira ya con una distancia liberada de culpabilidad. Los anillos del emblema de los juegos no recuerdan más la vergüenza nacional y proyectan sobre el cielo berlinés la serenidad de un presente positivo. La tendida pendiente y la lejanía de los graderíos confirman una vocación poco futbolística del edificio, mejor preparado para albergar competiciones de atletismo o eventos culturales de gran envergadura. Los arquitectos han creado un estadio diseñado para dar forma al futuro de Berlín más allá del Mundial, marcando el camino para convertirlo en referencia europea para los recintos multifuncionales destinados a grandes aglomeraciones...[+][+]


Obra
Remodelación del Estadio olímpico, Berlín.

Cliente
Ayuntamiento de Berlín. 

Arquitectos
gmp (Von Gerkan, Marg & Partners). 

Consultores
M. Specht (aparejador); Krebs & Kiefer y Schlaich Bergermann & Partners (estructura); Schmidt Reuter (instalaciones); Wacker Ingenieure (cálculo viento); RWTH (acero); Ingenieurbüro Heimann (comunicación); Conceptlicht Angerer (iluminación); Akustik Design Ahnert (acústica). 

Contratista
Walter Bau-AG en asociación con DYWIDAG.

Fotos
Fritz Busam, Marcus Bredt, Heiner Leiska.