Aprovechando su ubicación entre Madrid y Barcelona así como en la diagonal del suroeste europeo, la ciudad de Zaragoza se ha convertido en un punto comercial estratégico. En una situación privilegiada respecto a las distintas autopistas, la estación intermodal y el aeropuerto se emplaza un nuevo polígono que se extiende en un terreno de 12.000 metros cuadrados y constituye la mayor plataforma logística de Europa.

La sede central de Imaginarium, empresa española especializada en juguetes, se encuentra en este lugar. Junto al cuerpo hermético de la nave industrial se alza el prisma transparente de la administración, cuya planta se extiende al máximo para ganar escala respecto al gran volumen de aquél, sobrepasándolo en uno de sus lados. La fachada de vidrio permite la visión del edificio de logística a través de las oficinas, a la vez que caracteriza el alzado frente a la vía de acceso. El cuerpo acristalado se separa de la nave mediante patios ajardinados que dotan de luz y vistas a ambos volúmenes, constituyéndose en un elemento común entre los dos edificios, ya que la empresa demandaba que algunos elementos del programa de la nave, como los vestuarios y las salas de descanso, se ubicaran dentro del pabellón de oficinas, propiciando una mayor interrelación. El revestimiento previsto para la nave se sustituyó por chapa plegada horizontal, de acuerdo con la estructura metálica y los tonos de las carpinterías del anexo. La horizontalidad de éste se resalta por medio de tres tratamientos diferentes para la fachada vítrea: en la planta baja, dedicada a servicios, aulas, comedores, cocina y aparcamiento, se emplea U-glass; en la planta primera, destinada a los despachos, se coloca un muro de vidrio doble acústico y un segundo muro exterior formado por elementos verticales de vidrio tintado como protección solar; entre ambos se ubica una galería de limpieza que recorre el perímetro. Los elementos que condicionan la distribución interior son idénticos para todas las dependencias, logrando un espacio continuo... [+]