Emplazado en Brumadinho, una población de 35.000 habitantes que pertenece al estado de Mato Grosso, al oeste del país, el Instituto Inhotim alberga una importante colección de arte contemporáneo expuesta en varios pabellones diseminados en un parque tropical de 35 hectáreas, que comenzó a plantarse en la década de 1980 bajo las directrices de Roberto Burle Marx. Desde entonces, el acervo botánico-artístico y el compromiso social y educativo de la institución han ido creciendo a un ritmo semejante, de tal modo que ha sido necesario complementar el programa existente con un nuevo edificio, el Centro educativo Burle Marx, gracias al cual se han ampliado los espacios expositivos y de formación asociados a las colecciones.

Situado junto a la alameda que flanquea el acceso principal al recinto, la nueva pieza se define por su relación con uno de los lagos artificiales del parque, además de por su ambición de integrarse, incluso mimetizarse, en el paisaje. De ahí que el edificio haya adoptado la forma de una pieza horizontal que se posa sobre el lago como si se tratara de un palafito.Con este gesto, el protagonismo pasa a la cubierta, que actúa como un puente que conecta las diferentes piezas, y hace también las veces de plaza elevada y de estanque colonizado de especies autóctonas, en cuya superficie se refleja la feraz vegetación del entorno.

El diálogo entre la geometría rotunda de la cubierta y la fragmentación de los espacios cobijados bajo ella define el paseo arquitectónico a través del conjunto, que puede comenzar tanto en una plaza abierta y situada al nivel de acceso como en la propia cubierta, desde las cuales se accede directamente a la biblioteca, a los talleres o al auditorio, según una secuencia definida por pasos y terrazas de escala amable que se abren al lago y al paisaje.

La organización racional de los pabellones permite, por su parte, optimizar la estructura del edificio, formada por una rigurosa trama de pilares sobre la que se apoya un conjunto de losas nervadas de hormigón armado visto.