El ambicioso pliego de requisitos y la particular visión del cliente se interpretaron como anhelo de una escuela de alborozo, descubrimiento, seguridad y pertenencia; un espacio donde generar una comunidad en la que aprender las habilidades sociales y académicas necesarias; un lugar que actuaría como centro para las comunidades vecinas. En primer término, se analizaron las tipologías de edificios históricos de Corea, en particular, las fortalezas de montaña sanseong, las academias seowon y las casas-patio hanok. En las tres conviven ideas de plenitud y florecimiento derivadas de la clausura y la protección, sin por ello renunciar a la relación con el mundo exterior. El paisaje se erige en el elemento vertebrador de la propuesta. La naturaleza serpentea a lo largo del complejo bajo una serie de puentes que conectan el campus con la montaña. La escuela está organizada como una pequeña aldea con calles principales y laterales, patios, terrazas, caminos y jardines. Las residencias de estudiantes se disponen en el flanco este con vistas hacia el valle. Una secuencia de portales y porches señalan el acceso entradas a casas tipo hanok. Una columnata da forma un recinto y genera un recorrido público cubierto donde las comunidades pueden resguardarse a la sombra, conectar con la ciudad y disfrutar de un nuevo espacio cívico...[+]