Una casa en un jardín: Eden contiene veinte apartamentos distribuidos a razón de uno por planta. Apilados unos sobre otros, los apartamentos podrían haber perdido el contacto con el suelo ajardinado, por lo que uno de los objetivos del proyecto fue llevar la vegetación a los espacios habitados. Para ello, se modificó el esquema convencional de una torre residencial trasladando las zonas de servicio al perímetro, de manera que se creara un gran espacio central rodeado de habitaciones y amplios balcones con forma de concha. Estos balcones se van alternando para dar pie a espacios en doble altura colonizados con plantas tropicales de hasta veinte especies distintas.

Por su parte, las fachadas se definen por una textura topográfica inspirada en las características naturales del terreno de Singapur. Con este fin, se trabajó directamente con los fabricantes en la producción de moldes únicos para cada uno de los paneles de hormigón que cubren la envoltura y cuya superficie contiene un esquema de la torre Eden y los alrededores, de manera que los paneles revelan el contexto del edificio. El color también se eligió con la intención de evocar el lugar: se estudió la tonalidad adecuada mediante pruebas de cien rojos, morados y marrones testados bajo el sol de Singapur.