En una pequeña localidad perteneciente a la provincia de Flandes Occidental, se encuentra esta tienda de componentes electrónicos construida sobre una parcela alargada de geometría irregular. La primera decisión de proyecto consistió en elevar las medianeras de fábrica de ladrillo a la altura máxima permitida; en el frente de la calle, la parte inferior de la tapia se sustrae para generar una entrada amplia y reconocible. Después se levantaron en ambos extremos del terreno dos volúmenes idénticos (unos sencillos paralelepípedos de dos niveles y cubiertas planas), uno frente al otro, definiendo entre ellos un generoso patio interior que funciona como aparcamiento y acceso. El espacio restante entre la huella de los edificios y el perímetro informe del solar se convierte en un jardín caprichoso, como contrapunto a la regularidad exacta de los pabellones. En cuanto al programa, mientras que el cuerpo delantero contiene el almacén y la recepción de clientes; el bloque trasero alberga las funciones menos públicas como los espacios logísticos y de trabajo. Ambos están construidos mediante una estructura de delgadas columnas y vigas de acero, y forjados de chapa colaborante. A su vez, las fachadas se revisten con muros cortina, cerrados en partes con vidrio, en partes con policarbonato...
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