Oficinas y laboratorios, Biberach
Sauerbruch Hutton 

Oficinas y laboratorios, Biberach

Sauerbruch Hutton 


En la localidad de Biberach, al suroeste de Alemania, la empresa farmacéutica Boehringer Ingelheim ha ido ocupando un polígono industrial a las afueras del pueblo con un conjunto anónimo de laboratorios de producción y naves de almacenamiento. Para dotar de un rostro propio a esta factoría —que por otra parte juega un importante papel económico en la vida de la comunidad—, un nuevo edificio de oficinas y laboratorios se ha instalado entre sus funcionales vecinos, haciendo de su fachada un gran mural. La nueva construcción respeta las alineaciones y la altura de las colindantes, pero, lejos de sumarse a la arquitectura gris del entorno, ha transformado su envolvente en todo un manifiesto en favor del color.

Una membrana vibrante de parasoles verticales en distintos tonos define visualmente el prisma elemental que encierra más de 10.000 metros construidos en un total de siete plantas. Dividido longitudinalmente en dos crujías de distinta profundidad, su planta responde a la doble naturaleza del programa: oficinas en la crujía este y laboratorios en el flanco oeste, con una zona interior para aquellas instalaciones que requieren un alto grado de tecnificación. La ausencia de pilares permite la libre compartimentación de laboratorios y despachos, y la disposición tangente de unos y otros favorece la organización flexible de grupos de trabajo que integran la actividad experimental con la administrativa. Como una suerte de espina dorsal entre ambas crujías, un vacío cruzado por pasarelas alberga la escalera, introduciendo luz natural hasta los rincones más remotos del interior. En planta baja, un vestíbulo de altura y media asociado a la cafetería y la zona de fumadores atraviesa el edificio como un foro para conferencias informales abierto en el punto de cruce entre diversos caminos que atraviesan este campus tecnológico.

Magenta, ocre, siena, amarillo, blanco y gris; con esta paleta de colores se han serigrafiado los paneles de vidrio que conforman la piel exterior del edificio, una primera protección frente al viento, la lluvia y, sobre todo, la radiación solar, que oculta el verdadero cerramiento, formado por bandas de ventanas practicables y antepechos opacos forrados de aislamiento térmico visto. Aunque la atmósfera controlada requerida en los laboratorios obliga a acondicionar esta zona con medios mecánicos, el resto del edificio ha sido concebido para favorecer al máximo la ventilación natural. El vacío central actúa así como una cámara de convección, que en verano almacena el aire frío por la noche para distribuirlo a los despachos durante la jornada laboral...[+]


Cliente Client
Boehringer Ingelheim Pharma

Arquitectos Architects
Matthias Sauerbruch, Louise Hutton, Juan Lucas Young

Colaboradores Collaborators
Konrad Opitz, Jürgen Bartenschlag (directores de proyecto project architect); H. Asano, N. Berganski, D. Dih, C. Marquart, D. McCarthy, A. Kreyerhoff, F. Völker, A. Weber, N. Winge; Marcus von der Oelsnitz (dirección de obra site supervision

Consultores Consultants
Krebs & Kiefer (estructura structure

Contratista Contractor
George Reisch; M+V (fachada facade); Vitra (mobiliario furniture)

Fotos Photos
Jan Bitter; Gerrit Engel