Con edificios residenciales de gran escala, el conjunto de actuaciones para habilitar como tejido residencial los muelles en desuso del puerto de Amsterdam ha introducido un grado de compacidad y una densidad sin precedentes en el horizonte de baja altura de esta ciudad holandesa. Frente a los colosos ya construidos por Neutelings y Riedijk, Wiel Arets, y Hans Kollhoff en KNSM, dos grandes piezas interrumpen ahora las hileras de viviendas adosadas previstas dentro del plan diseñado por el estudio West 8 para los muelles vecinos de Borneo y Sporenburg. Sobre este último la gran manzana recientemente completada ha adoptado de inmediato el sobrenombre de «la ballena», un apodo que tiene su origen en el dinamismo con el que tanto su línea de cornisa como el remate inferior de sus fachadas se recortan zigzagueantes entre el cielo y el plano del agua.

Para dotar a las viviendas de condiciones de soleamiento óptimas, la manzana —que alberga un programa dos veces mayor que las propuestas por Berlage para el barrio de Amsterdam Sur— sufre un pliegue diagonal en la cubierta que levanta el frente sur y dota de mayor altura a su vértice norte, alcanzando las cotas más bajas en los flancos este y oeste para permitir que los rayos del sol lleguen a las viviendas en la parte inferior del patio. Núcleos de ascensores y escaleras situados en el centro y en los vértices más elevados del edificio comunican con las galerías que flanquean el patio, en parte interrumpidas y escalonadas para dar acceso a dos plantas cada una. Las partes de la fachada sometidas constantemente a las sombras arrojadas de edificios vecinos han sido sustraídas de la volumetría general, dando lugar al perfil quebrado con el que este gran bloque se separa del suelo. Mediante esta operación, el patio central queda abierto a la circulación peatonal transformándose en un recinto que, según un proyecto de Adriaan Geuze, ofrecerá al público un jardín de ginkos e hydrangias azules en grandes macetas de zinc.

Sobre un garaje subterráneo, las 214 viviendas que forman el conjunto, casi siempre en dos alturas, ofrecen una gran diversidad tipológica fruto de los pliegues del volumen. Una envolvente de escamas de zinc —de formato cuadrado y 50 centímetros de lado— subraya el papel de hito que este gran cetáceo residencial juega en su menudo entorno de clínker. Tan sólo las barandillas de madera anticipan al exterior el material elegido para revestir los corredores del patio, hendidos en la piel metálica como grietas horizontales de listones de alerce... [+]