En el año 2004 la Exposición internacional de jardinería y horticultura de Shizuoka tuvo lugar en la ciudad de Hamamatsu, enfrente del lago Hamana. Bajo el lema ‘Flores, vegetación y agua: creando un nuevo estilo de vida’, la exposición también conocida como Pacific Flora 2004, ofreció al público una colección de más de 6.000 variedades de flores y plantas de todo el mundo.

La puerta de acceso al evento se concibe como un límite difuso entre el interior y el exterior de la exposición. El resultado es un pabellón de 2.445 metros cuadrados que emana elegancia y sencillez, patrones tradicionales de la arquitectura japonesa, y apuesta por materiales naturales frente a los de origen industrial. Dado el carácter temporal de la exposición, el diseño parte de la premisa de reducir su presencia física. Para ello, se compone de una trama regular de 2.328 cañas de bambú suspendidas que producen un efecto sutil de velado y emulan la atmósfera de los bosques de esta especie. El conjunto de apariencia densa y espesa se sustenta mediante una estructura metálica espacial que se envuelve con una malla agrícola de gran transparencia y muy bajo coste. Su imagen de ligereza e incorporeidad se intensifica durante la noche al ser iluminado.