Próximo a la parada de tren del núcleo urbano de Hoshakuji, se encuentra este conjunto, formado por una galería de exposiciones y un centro comunitario, separados por una plaza que da nombre al proyecto. Las cualidades de la piedra característica de la zona —una toba volcánica, de consistencia porosa, ligera y blanda al corte, conocida como piedra de Ooya— han servido de inspiración a la imagen porosa del conjunto y al dual sistema constructivo-estructural. La piedra, cortada en bloques con forma de V tendida —87 centímetros de largo por 20 de alto—, se dispone en filas horizontales sobre un palastro de acero de 6 milímetros de espesor doblado en zig-zag, creando un patrón romboidal abierto. Esta estructura híbrida de bloques de piedra y chapa de acero, rematada en las esquinas con perfiles metálicos verticales, produce muros-pantalla perforados, autoportantes y resistentes a los movimientos sísmicos. El pabellón de exposiciones y usos múltiples es un prisma de piedra calada rematado por una cubierta plana con un amplio alero, bajo la que se alternan las salas abiertas con espacios cerrados de dimensiones equivalentes. El centro comunitario aprovecha como sala de conferencias un antiguo almacén de arroz y lo amplía con un volumen adosado a él donde se integran los aseos y un depósito.